"¡Te presentas de forma tan sugetiva, que quiero hablarte!"
WILLIAM SHEAKESPEARE, Hamlet, acto I, escena 4
"Ahora las Sirenas poseen un arma más mortífera que su canción: su silencio... es posible que alguien haya escapado a su canto, pero a su silencio, nunca jamás"
FRANZ KAFKA, Parábolas
Desde los tiempos más antiguos de la humanidad, cuando aún estábamos dando nuestros primeros pasos en el estimulante camino de la ciencia, el hombre ha sentido curiosidad por la inmensa bóveda que nos resguarda, examinando todos los cuerpos que contiene: estrellas, planetas, galaxias... cavilando acerca del propio interrogante que constituye nuestra presencia en este planeta Tierra, y la posibilidad de que en otro lugar del cosmos, otros seres miren al cielo maravillados por la oscura profundidad del universo, igual que nosotros. Pero, ¿cómo sería una sociedad en otro planeta?¿Qué tipo de seres pueden poblar el universo? o, incluso, ¿hasta dónde será capaz de llegar la raza humana en la conquista del espacio? En realidad, la profunda limitación del hombre constituye el primer impedimento, en teoría, para poder contestar a estas cuestiones. Disponemos de cinco sentidos a través de los cuales podemos percibir los estímulos que nos rodean, con los que podemos formarnos una imagen del mundo en el que vivimos, aunque nadie nos asegura que esa imagen que nos formamos sea real, correcta al 100%, parece incluso un poco pobre (nuestro espectro de visión abarca únicamente desde los 380nm hasta los 780 nm, y el espectro de audición desde los 20 Hz hasta los 20.000Hz). Podemos, en todo caso, presuponer que todo lo que nos rodea es tal y como lo percibimos, y aún así, la cantidad de conocimientos que podemos almacenar es limitada, ¡y la realidad es tan compleja!... parece que los secretos del basto y profundo universo se escapan a nuestra comprensión.
WILLIAM SHEAKESPEARE, Hamlet, acto I, escena 4
"Ahora las Sirenas poseen un arma más mortífera que su canción: su silencio... es posible que alguien haya escapado a su canto, pero a su silencio, nunca jamás"
FRANZ KAFKA, Parábolas

Desde luego, objetivamente todo esto podría argumentarse para aparcar, de inmediato, cualquier pregunta sobre el oscuro océano en el que se haya inmerso nuestro pequeño milagro azul. A pesar de todo, muchos hombres, despreciando todas las limitaciones ya comentadas que podían amilanarlos, han dejado volar su imaginación dando forma a criaturas fantásticas de lejanos planetas, viajes a través del tiempo, saltos espaciales a través de agujeros negros, y un sin fin más de fantásticas creaciones, que alimentan los sue

NOVA
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